Las políticas
económicas europeas por un lado, la gestión de las mismas por parte del Gobierno
español por otro, han declarado la guerra a la ciudadanía de a pie. Una guerra
sin armas que, sin embargo, se cobra muertes día a día. Muertes reales (en 2009 se quitaron la vida en
Canarias 169 personas, número que casi triplica las personas fallecidas en
accidentes de tráfico para la misma fecha, 59) y muertes de oportunidades en la
vida. Según los datos publicados por el INE, un 34% de la población isleña está
desempleada (7 de cada 10 jóvenes en paro), de la cual un 43% (4 de cada 10) no
cobra ningún tipo de prestación ni subsidio. Casi rozando el mismo porcentaje,
un 33’8% para el 2011 (es decir 1 de cada 3 personas), subsisten con menos de
20€/día para el caso de personas solas y menos de 10€/día para familias de 2
adultos y 2 niños/as.
Hay que sumar el alarmante incremento de la siniestralidad
laboral de los/as que aún conservan el trabajo y los/as no regulados/as. La
crisis y el miedo al paro están llevándose por delante los derechos de los
trabajadores y les están obligando a asumir unos riesgos que se concretan en
estos aumentos de la siniestralidad mortal. La entrada en vigor de la Reforma
Laboral, ha supuesto la bajada de un alto porcentaje en las medidas de
prevención en los centros de trabajo y está profundizando la destrucción
de derechos, lo que inevitablemente se traduce en más pérdidas de vidas en el
trabajo así como en la aparición de enfermedades profesionales.
Mientras nos van “acostumbrando” a este baile de
cifras, donde los números no tienen rostro ni muestran sentimientos, las
grandes fortunas, es decir, las personas enriquecidas a costa de todos
nosotros, siguen aumentando sus ganancias. La Red Canaria en Defensa del
Sistema Público de Servicios Sociales
(REDESSCAN), declara que 4000 personas (un 0.2%) acaparan el 80% de la riqueza
en las islas. Y también que el fraude fiscal (más de 11.000 millones de euros) supuso
más del doble de todo el presupuesto del Gobierno canario. Sólo en Canarias durante el 2010 fueron imputados más de 200 políticos
y empresarios por corrupción urbanística y conocemos muchos nombres, como el de
Miguel Zerolo. Pero a ninguno de estos “presuntos delincuentes” el Gobierno de
Canarias presentará demanda de
desahucio, como sí lo ha hecho contra 500 familias desde 2008 a 2012.
La clase política se echa manos a la cabeza por la
violencia de los “escraches”. Y ya busca cómo legislar en contra de los
“anti-sistemas”, de los “radicales”. Nosotros
y nosotras, la CNT en Canarias, afirmamos que la mayor violencia la viene
ejerciendo el propio sistema contra la sociedad, contra la ciudadanía. Se trata
de una violencia estructural que nos condena a la subsistencia y la
desesperación, que día a día ametralla las mentes para hundirlas en la
pasividad y el miedo. Afirmamos el derecho de todo pueblo a defenderse de la
dictadura del dinero, del capitalismo y de las injusticias. Ya está bien de
tratarnos como ganado, como números. No son los “emprendedores” los que
impulsan la economía, son los/as trabajadores/as los que la ponen en marcha.
Somos nosotros/as quienes movemos el mundo, quienes lo hacemos posible. De
manera que también seremos quienes le daremos la vuelta a este sistema que no
funciona sino para unos pocos.
Por estos y otros motivos,
la CNT saldrá a la calle de nuevo este 1º de Mayo en las convocatorias
realizadas a las 11:00h desde la Plaza de los Patos en Santa Cruz de Tenerife
(junto a otros colectivos y sindicatos) y a las 11:30h desde el Campus del
Obelisco en Las Palmas de Gran Canaria.